¿Cómo hacer la gestión de estiércoles adecuadamente?

¿Cómo hacer la gestión de estiércoles adecuadamente?

La gestión de estiércoles es una tarea clave en cualquier explotación agrícola o ganadera. Quien busca este tema en Google normalmente quiere saber qué hacer con los residuos orgánicos que generan los animales, cómo almacenarlos, tratarlos o aplicarlos al campo sin provocar problemas ambientales ni sanciones. Además, muchas explotaciones buscan maneras de cumplir con la normativa y aprovechar estos residuos como recurso.

No gestionar bien los estiércoles puede traer consecuencias serias: desde la contaminación de aguas hasta inspecciones y sanciones. Por eso es fundamental conocer los tipos de residuos que se generan y cómo hacer un plan de gestión efectivo y legal.

Tipos de residuos orgánicos del sector agrícola

En el entorno agrario existen varios subproductos orgánicos que deben gestionarse de manera responsable. No solo hablamos de estiércoles animales, sino también de otros materiales que pueden tener valor fertilizante o que deben ser tratados para evitar daños ambientales.

Purines y estiércoles

Los purines y estiércoles proceden directamente de la actividad ganadera. Su composición y forma de almacenamiento dependen del tipo de animal (cerdos, vacas, aves) y del sistema de manejo. Los purines, al ser más líquidos, requieren balsas o fosas específicas, mientras que los estiércoles sólidos pueden almacenarse en plataformas.

Estos residuos contienen nitrógeno, fósforo y potasio, nutrientes esenciales para los cultivos, pero si se aplican en exceso o en momentos inadecuados, pueden contaminar aguas subterráneas.

Aguas residuales y lodos de depuradoras

En algunas explotaciones también se generan aguas residuales procedentes del lavado de instalaciones o maquinaria. En determinados casos, incluso se pueden aprovechar lodos de depuradora, siempre y cuando cumplan con los requisitos técnicos y legales. Su aplicación debe hacerse bajo un plan detallado y autorizado.

Restos vegetales de cosecha

Los restos vegetales como hojas, tallos o frutos dañados pueden aprovecharse como materia orgánica si se trituran o compostan adecuadamente. En zonas con muchas rotaciones de cultivo o cosechas intensivas, esta práctica mejora la estructura del suelo y reduce el uso de fertilizantes químicos.

¿Qué entendemos por gestión de estiércol?

La gestión del estiércol consiste en todas las actividades relacionadas con su recogida, almacenamiento, tratamiento, transporte y aplicación en campo. Este proceso no solo debe ser eficiente desde el punto de vista agronómico, sino también cumplir con los requisitos de seguridad ambiental y legalidad.

Una buena gestión implica:

  • Evitar la contaminación del agua y el suelo

  • Reducir emisiones de gases contaminantes como el amoníaco

  • Mejorar el aprovechamiento de los nutrientes del estiércol

  • Cumplir con las normativas de la PAC y autonómicas

Cada comunidad autónoma puede establecer zonas vulnerables a la contaminación por nitratos, lo que obliga a cumplir normas específicas sobre cuándo, cuánto y cómo aplicar estos residuos orgánicos.

Principales formas de tratamiento de los residuos orgánicos

No todos los residuos pueden aplicarse directamente en campo. Dependiendo de su tipo, volumen y características, puede ser necesario aplicar algún tipo de tratamiento previo.

Algunas de las formas más comunes de tratamiento son:

  • Compostaje: ideal para restos vegetales y estiércoles sólidos. Reduce olores y facilita su aplicación.

  • Separación sólido-líquido: muy útil en purines para reducir el volumen y mejorar la eficiencia del transporte.

  • Digestión anaerobia: produce biogás a partir del estiércol, generando energía renovable y un fertilizante estabilizado.

  • Almacenamiento temporal en fosas o balsas: siempre que se cumplan las condiciones técnicas para evitar filtraciones o desbordamientos.

Una correcta elección del sistema de tratamiento permite reducir costes, mejorar la imagen de la explotación y adaptarse a exigencias medioambientales cada vez más estrictas.

¿Cómo debe ser un plan de gestión de estiércol?

Un plan de gestión es un documento técnico que detalla cómo se va a manejar el estiércol en la explotación. Es obligatorio en muchas comunidades y fundamental para evitar sanciones en inspecciones de la PAC o del SEPRONA.

Este plan debe incluir:

  • Cantidad estimada de estiércol generado por tipo de ganado

  • Sistemas de almacenamiento disponibles

  • Superficie agrícola disponible para su aplicación

  • Calendario y dosis de aplicación

  • Medidas preventivas para evitar riesgos ambientales

Además, el plan debe ajustarse al tipo de explotación, tener en cuenta la climatología local y, cuando sea posible, integrar prácticas sostenibles que ayuden a reducir el impacto ambiental.

En Agrinova ofrecemos soluciones integrales para la elaboración de planes agrícolas personalizados. Puedes consultar más información sobre todos nuestros servicios en este contenido especializado de nuestra web, donde te asesoramos sobre el manejo y aprovechamiento adecuado de residuos orgánicos dentro del marco legal actual.

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